top of page
  • Writer's pictureSofi

“Tengo que ser fuerte”

Constantemente escucho esta frase:

“Tengo que ser fuerte”

Una demanda, una exigencia, una obligación que nos imponemos para seguir funcionando sin atender esos estados emocionales que han surgido a raíz de algo que nos ha sacudido como ser:

  • La muerte de un ser querido

  • Una desilusión sobre un proyecto

  • La pérdida de un empleo

  • El diagnóstico de una enfermedad grave

  • Crisis económica

  • ________________

  • ________________

la lista sigue...

Hace dos semanas experimenté una de estas situaciones. Estaba muy alterada y no paraba de llorar. Daniel estaba ahí muy compuesto, muy “fuerte.” Recuerdo que le pregunté, ¿vos te sentís bien con esto? ¿Por qué te miro tan bien? Su respuesta fue: si, me siento muy mal pero estoy tratando de ser fuerte para vos. Yo inmediatamente le dije, no lo seas, no te necesito fuerte, te necesito conmigo siendo “débil” sino me siento sola con esto y pienso que estoy loca porque a vos te veo a bien.


Lo único que causa la demanda “Tengo que ser fuerte” es hacer sentir al otro incomprendido y alienado. Se ve claramente en las familias que viven un duelo, todos están doliendo pero aislados, como islas, en vez de formar una sola bahía. Y todo porque los papás tiene que ser fuerte para los hijos, la hija mayor tiene que ser fuerte para los hermanitos, y los hermanitos ser fuerte para...el perro quizás.

¿No seria mejor si reestructuramos el concepto de fortaleza? Ser fuerte no significa no sentir o pretender estar bien, y mucho menos reprimir. Ser fuerte significa sentir, lo que sea en ese momento, a todo color...reconocerlo a toda potencia, y reacomodarlo para seguir adelante. Ah y se me olvidaba, ser fuerte también significa COMPARTIR lo que estamos sintiendo. Todo se vuelve inmediatamente menos pesado cuando se comparte. Lo prometo.

 

Si te gustó, ¡compártelo!






Recent Posts

See All
bottom of page