Creo que, para este punto, la mayoría de ustedes sabe cuánto me gustan las plantas. Y si son nuevos por aquí, sepan que soy una plant lady.
Mi gusto por ellas es heredado pues mi Abue es una experta en plantas, y sucesivamente, mi mamá y mis tías. Creo que también me gustan tanto por todo lo que me enseñan indirectamente, solo por el hecho de existir.
Las plantas son tan sabias. Hoy quiero compartirles dos aprendizajes que nos dejan.
El primero es que siempre andan buscando la luz para crecer. Si no me creen, hagan la prueba: consíganse una plantita y verán como tiende a doblarse para seguir la luz (especialmente si es una indoor plant)
Cuantas veces nosotros sacrificamos esa búsqueda de luz por acomodarnos a expectativas de los demás, por acostúmbranos a relaciones donde no somos celebrados, por quedarnos en trabajos que no disfrutamos.
Traicionamos esa vocecita interna que quiere crecer, que quiere buscar la luz, por quedar bien con otros.
Ahora, segundo punto. Cuando parece que una plantita se está marchitando o no le está yendo bien, revisamos el ambiente, lo externo que la rodea y buscamos que podemos modificar. Algunas preguntas que nos planteamos son tipo: ¿será que no le está llegando suficiente luz? ¿Será el riego? ¿Muy poco o mucho? ¿Sera que necesita una macetera más grande? ¿Será que le iría mejor bajo la sombra? Y así sucesivamente. Cuestionamos el ambiente. Cuestionamos lo externo. ¿Por qué no hacemos lo mismo cuando se trata de nosotros?
Cada vez que nos sintamos stuck, tristes, preocupados o simplemente poco satisfechos con nuestra vida, en vez de cuestionarnos a nosotros mismos y pensar que no deberíamos sentirnos así o que hay algo malo con nosotros cuestionemos lo que nos rodea, esto incluye, pero no se limita a las personas con las que estamos decidiendo invertir nuestro tiempo, las actividades que hacemos, los lugares que estamos frecuentando…
Ven, podemos aprender muchísimo de las plantas. La naturaleza es sabia y en este mundo tan digitalizado que va cada vez más rápido, necesitamos este tipo de recordatorios así que si puedes, consíguete una plantita o si ya tienes una (o varias como yo) mírala con mayor consciencia; como un recordatorio constante a escucharte, a honrar tus deseos, a cuestionar tu ambiente, y a empezar de nuevo las veces que sea necesario.
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