Si, así como lo leyeron.
Uno de nuestros condicionamientos más fuertes es querer agradar a los demás y sentirnos parte de. Es natural. Biológicamente hablando, estamos configurados de esta forma pues hay más probabilidades de supervivencia a que si estamos solos. (esto lo aprendí en La Raíz de Uno)
Sin embargo, por encima de los demás, debemos colocarnos a nosotros mismos, por salud y bienestar. Es decir, la opinión de los demás si es importante, pero la nuestra debe ser la más importante, la más valiosa, la que prioricemos en todo momento; especialmente cuando estemos frente a la toma de decisiones.
La gente siempre va a hablar, siempre va a generar sus opiniones y eso, amigos, está fuera de nuestro control. Aparte, habrá gente que no importa cuántas explicaciones demos no querrán entender, se harán los sordos, y esto no tiene que ver con nosotros, es simplemente que no están listos para cuestionarse; entonces sufrir por eso es realmente un gasto de energía y tiempo.
Ojo, creo que no hay absolutos en este tema y a veces si nos encontraremos con personas que si estén interesadas en saber que ha sucedido.
Creo que se trata, entonces, de que no todos se merecen una explicación, pero habrá algunos que sí. ¿De qué depende? Pues de nosotros, siempre depende de nosotros, de las valoraciones que hagamos en ese momento acerca de esas personas. Pero, sobre todo, saber que si damos una explicación es porque QUEREMOS no porque debemos.
No debemos nada a nadie y lo mismo si lo vemos a la inversa, la gente no nos debe nada solo porque sea nuestra familia, nuestro amigo, nuestra pareja, nuestro jefe, etc.
Somos libres de dar o no dar explicaciones. Somos libres de elegir a quien se las damos. Somos libres de ser y hacer lo que queramos.
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