Creo que este fue el consejo más frecuente y en el que más enfatizaban cuando estaba a punto de casarme.
Recuerdo que los primeros meses en medio de la ilusión y la novedad por estar viviendo juntos por primera vez resultaba bastante sencillo irnos a dormir felices y contentos todas las noches. Sin embargo, a medida fue pasando el tiempo y empezaron a mostrarse nuestras mañas, la cosa fue cambiando, naturalmente.
Cada matrimonio es diferente, y nadie sabe lo que pasa a puertas cerradas por lo que no estamos capacitados para determinar que es lo mejor para x o y pareja. Y lo que a nosotros nos funcione no tiene porque funcionarle a otra pareja (se acuerdan del insight)
No puedo evitar preguntarme si en realidad hay parejas que en su vida de matrimonio han logrado irse a dormir todos los días felices y satisfechos el uno con el otro. Hasta que punto hemos escuchado este consejo y solo lo repetimos porque es lo ideal…pero ¿realmente es real?
Que bien por las parejas que si lo logran pero las que no siempre lo conseguimos, sepamos que no hay nada de malo con nosotros, que no pasa nada si necesitamos nuestro espacio para cool down y hablar las cosas cuando estemos más tranquilos; y eso a veces significa consultarlo con la almohada, y está bien. We do not suck at marriage for that.
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