Los que me conocen saben que soy domilona. Me encanta dormir y cuando tengo la oportunidad me quedo en la cama por más tiempo.
Esta preferencia constantemente me genera culpa ya que vengo de una familia donde el trabajo ocupa un lugar importante y hasta define quien eres.
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Existe esta creencia de que, si te levantas temprano, tu día irá mejor. El dicho “a quien madruga, Dios le ayuda” se ha popularizado tanto que hasta hay libros al respecto: el famoso club de las 5 de la mañana y se nos olvida que no existe una fórmula mágica cuando se trata de los seres humanos; que cada uno de nosotros es único, con necesidades, gustos, y preferencias distintas y por más distintas que puedan ser a lo socialmente aceptable, son válidas.
Recuerdo discutir con una paciente como ese libro del club de las 5 de la mañana le estaba haciendo tanto daño. Daño porque no estaba funcionando para ella.
Y como siempre, nuestra tendencia a cuestionarnos a nosotros mismos antes de cuestionar el entorno y lo que no nos está funcionando.
¿Será que hay algo malo conmigo que no puedo levantarme a las 5 am? ¿Será que estoy mal porque a mí no me gusta madrugar?
NO. Simplemente es algo de gustos y preferencias y ya.
Es como que digamos que alguien está mal porque prefiere el té al café.
De que me sirve pertenecer al club de las 5 de la mañana si voy a andar infeliz porque no disfruto esa rutina.
Tengamos cuidado con este tipo de mensajes y recordemos que somos libres de estructurar nuestros días como mejor funcione para nosotros.
Si sos del club de las 5 de la mañana y te sentís pleno y satisfecho con eso, ¡genial!
Yo por mucho tiempo lo intenté hasta darme cuenta que en realidad no lo estaba haciendo por y para mí; sino para “quedar bien”. Yo funciono mejor por las tardes-noches y eso está bien también. Eso se vale.
Dormir, descansar, “hacer nada”, no es perder el tiempo.
Así como cargamos nuestros dispositivos electrónicos, nosotros necesitamos recargarnos constantemente; especialmente en este mundo que cada vez se mueve más y más rápido.
Así que, si te gusta dormir y levantarte tarde, disfrútalo y abrázalo. Poder dormir a gusto es un privilegio and we don’t suck at life for that.
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