top of page
  • Writer's pictureSofi

Más que un blog

Tras sesenta y seis días de confinamiento a causa de la pandemia por COVID-19, volví a salir.


Volví a ver caras conocidas. Regresé a hacer mandados. Inhalé un sentido de comunidad que había olvidado.

La experiencia fue tal que me inspiró a escribir antes de irme a dormir.


Estábamos con Daniel en el desayunador, quizás habíamos terminado de cenar, ya no me acuerdo. Él se fue al cuarto y yo le dije que lo alcanzaba en un rato, que tenia algo que hacer. Ese algo es un escrito que aún conservo en mis notes.

Tras escribirlo, se lo leí y me dijo, "deberías publicarlo."


A lo que yo pregunté, "¿Cómo?"


Me dijo, "no sé, pero deberías hacerlo. Hay gente que necesita leer esto."


Me fui a dormir sin antes revisar en Google posibles websites para crear un blog. Al día siguiente, en el primer break que tuve, seguí browsing y tras comparar algunos dominios, me topé con uno que me había convencido; el mismo que sigo utilizando hasta ahora.


No me pregunten cómo pero pensar el nombre fue tan fácil, como que si la idea llevara años nutriéndose en mi mente y en ese momento solo hizo clic

A dose of Sofi


Fue así de sencillo. Casi que en automático. Sin pensarlo mucho, las palabras encontraron su camino.

Tres años después aquí estoy, con los ojos llenos de lagrimas y una sonrisa en mis labios, escribiendo nuevamente antes de dormir mientras Daniel juega en el Play.

El número tres es especial para mí, quizás porque nací un tres, o simplemente porque soy fan de los números impares.

Anyway, esta semana he estado pensando como celebrar un año mas de A dose of Sofi, de ese bebé que nació hace tres años pero que estuvo gestando desde que yo tenía tres años y jugaba con tres amigos imaginarios (ven ahí esta ese número otra vez)


Maybe desde ese momento me gusta hablar sola. Hablar conmigo y disfrutar de mi compañía. Quizá desde entonces vomito mis pensamientos e ideas y con el tiempo descubrí que, a pesar de las dificultades y el desgaste emocional que pueda traer, vale la pena publicarlo y compartirlo con el mundo ya que puede ser de ayuda para los demás.


Así que la respuesta a esa inquietud de cómo celebrarlo era tan sencilla, así como se me había ocurrido el nombre. La respuesta era volver a la raíz, volver a escribir. Y por esas casualidades de la vida, nuevamente estoy escribiendo en mis notes.


Ahora A dose of Sofi es más que un blog. Es mi empresa constituida con una dueña que a la vez es la única colaboradora que sigue creando contenido producto de sus tertulias solitarias pero que ahora también ofrece servicios mediante los cuales tiene el enorme privilegio y responsabilidad de seguir hablando con los demás para enseñarles a amarse, a priorizarse, y a construir una vida que se sienta lo mas suya posible.

Mis papas han sido el claro ejemplo del valor inexplicable que tiene no sólo hacer lo que amas, sino que seas tan afortunado de que te paguen por hacerlo. Ma, Pa, creo que ya lo encontré.


No puedo estar más agradecida.


Gracias a los que han estado desde el primer día, desde ese primer escrito del 26 mayo 2020. Gracias a los que se han unido en el camino. Sin su apoyo, esto seria diez mil veces más difícil o no sería posible.


Gracias a los que ya se han ido para dar espacio a que mi contenido llegue a las personas adecuadas.


Gracias Boti por alentarme y empujarme a creer en mí cuando yo lo he olvidado.


Y gracias a la Sofi de hace tres años por aventarse. Solo ella y yo sabemos cuántas veces hemos querido tirar la toalla. Ha sido tan valiente.


Como dice, Amado Nervo, "¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!"

P.D. para no romper la tradición, me voy a leerle este escrito a Daniel.



 

Si te gustó, ¡compártelo!

49 views

Recent Posts

See All
bottom of page