Me arrepiento de haber callado cuando tenía que hablar, de haber pretendido que todo estaba bien solo para evitar tener esas conversaciones "difíciles".
Me arrepiento de no haber abrazado más fuerte a los que ya partieron de esta vida.
Me arrepiento de todas las veces en que el miedo a ser lastimada me impidiera abrirme y compartir profundamente con alguien.
Me arrepiento de no haber seguido mi intuición antes, de haber intentado callarla en los momentos en que más fuerte me gritaba.
Me arrepiento de haber mendigado amor o cariño, perdiéndome en el camino, obviando que yo soy suficiente.
Me arrepiento de todas las veces que me sentí rara por no cumplir con estándares o expectativas sociales.
Me arrepiento de no haber soltado antes las situaciones y personas que ya se habían ido.
Me arrepiento de todas las veces en que module mi conducta por el que dirán.
…pero pensándolo bien, en realidad no me arrepiento de todo lo anterior, ya que por esos aprendizajes ahora vivo una vida más plena, más presente, tomando decisiones que van en sintonía con mi esencia. De eso se trata, de reconocer para comprender y cambiar; para ser más genuinos, más espontáneos y sentirnos más satisfechos con nosotros mismos.
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