Para mí el dinero es necesario. El dinero brinda estabilidad, seguridad, y te da acceso a mayores oportunidades. Tener dinero te da la libertad de poder decidir sobre una cosa o la otra.
Pero al mismo tiempo, el dinero es nada. Puedes tener mucho dinero y en un ratito te lo acabas y quedas sin nada.
Entonces, ¿cómo algo que al final no es nada puede determinar tanto de nuestras vidas? Suena muy injusto, ¿cierto? Y más en Honduras. Un país con exorbitantes índices de desigualdad.
Literalmente, en Honduras, si no tienes dinero te puedes morir.
Me atrevo a decir que esta puede ser la causa de nuestra mentalidad de escasez. De cuidar, a veces de forma extrema, el dinero y privarnos de disfrutarlo. O nos vamos al otro extremo, a derrocharlo porque para eso trabajo.
Ambos escenarios al final nos dejan llenos de culpa y nos quitan la paz y tranquilidad. Nos llevan a conformarnos con lo que tenemos porque “es lo que toca”, ya sea ser pobre toda la vida, o quedarnos en un trabajo que no nos satisface solo porque paga las cuentas.
Al mudarme a una nueva economía, se hizo más evidente la relación distante que tengo con el dinero.
Desde chiquita mis papás tatuaron en mi un aprendizaje que agradezco todos los días, la gente vale por lo que es, no por lo que tiene.
Sin embargo, con esta frase aprendí a tenerle miedo y cierta aversión al dinero. Inconscientemente, le otorgué este tinte negativo. “Las personas que tienen dinero son ambiciosas y egoístas” “Tener dinero me puede convertir en una mala persona” “Los ricos no entran al cielo” y ya se imaginaran el montón de creencias limitantes e irracionales.
Todas las creencias sobre el dinero son aprendidas. No nos pertenecen y necesitamos reestructurarlas.
Y eso es lo que quiero compartir hoy con ustedes:
El dinero no es algo que se acaba. Viene y va.
El dinero está disponible para todos, fluye como energía, y necesitas soltarlo (invertirlo) para que pueda regresar a ti, a veces de formas multiplicadas.
Creamos lo que creemos. No podemos tener abundancia con una mentalidad de escasez.
Resulta muy funcional pensar en el dinero como el agua, no es bueno ni malo, es un recurso que fluye, que contribuye, y que debe ser utilizado con consciencia.
¿Quién serías si tuvieras todo el dinero del mundo? Yo sería a misma Sofi. Tener dinero no significa convertirnos en personas desagradables.
Muchas veces usamos el no tener dinero como excusa para no tomar acción sobre planes, proyectos, o sueños. Es más fácil repetir “no tengo dinero” a confrontar nuestra falta de acción.
No podemos mejorar nuestra relación con el dinero si constantemente nos estamos escondiendo de él (p.ej. limitar la cantidad de dinero en efectivo por miedo a gastarlo, evitar ver nuestros estados de cuenta, no hablar de dinero en nuestras relaciones)
Hacer dinero no tiene por qué ser tedioso o abrumante. Puedo divertirme mientras hago dinero (la importancia de monetizar lo que realmente te apasiona)
Soy naturalmente abundante como la naturaleza misma. Puedes preguntarte, ¿en qué estoy siendo abundante hoy? Por mi parte, hoy soy abundante en salud, en amor, en transparencia y autenticidad.
Al final el dinero sigue siendo nada cuando se trata de quien somos. No nos agrega ni nos quita. No tiene nada que ver con nuestro valor como persona ni significa convertirnos en personas que no queremos.
Pero no podemos negar que es un recurso que necesitamos asi que más que huirle, debemos afrontarlo y aprender a manejarlo.
Si te gustó, ¡compártelo!
Comments