Si, así como lo leyeron, el 2020, ha sido el AÑO de nuestras vidas. Prepárense para leer el porqué.
2020, nos quitaste nuestra seguridad pero nos regalaste consciencia. Ahora estamos más pendientes de nuestros entornos, cuidando cada cosa que tocamos y la forma en que nos movemos.
2020, nos quitaste la libertad de ir a donde queramos, pero nos recordaste del libre albedrío, del poder de tomar decisiones para adaptarnos a la nueva normalidad.
2020, nos quitaste amigos, familiares, y conocidos, a muchos te los llevaste así sin avisar, pero nos regalaste también el poder de apreciar nuestra vida; de saber que solo tenemos hoy. Nos recordaste que la salud es lo más importante y que en un dos por tres una ser querido puede ya no estar, por lo tanto hay que expresar en vida lo que sentimos. 2020, con todas tus muertes nos enseñaste a vivir.
2020, nos quitaste los abrazos, las expresiones faciales, las sonrisas, pero al mismo tiempo nos demostraste que distancia física no significa distancia emocional. Ayudados por la tecnología, descubrimos que podemos estar lejos pero juntos al mismo tiempo.
2020, nos quitaste planes, trabajos, viajes. Nos enseñaste que los planes, por muy meticulosos y elaborados que sean, no siempre funcionan. Que los trabajos, por muy estables que hayan sido, desaparecen. Nos recordaste que no controlamos casi nada y que podemos vivir con menos. Aprendimos a improvisar, a soltar, y a confiar en que todo tiene una manera de funcionar y resolverse.
2020, nos quitaste el poco respeto que aún teníamos a las autoridades, a los gobernantes, a la gente que tiene el poder. Nos enseñaste que en efecto, estamos rodeados de morones, y que la falta de empatía y conciencia existe. Al detectar y despreciar estas actitudes, podemos decidir ser diferentes.
2020, nos quitaste de en medio, demostrando que en efecto, el problema somos los seres humanos. La naturaleza tuvo el tan necesario respiro y a través de ella, nos recordaste que la vida tiene su propio curso y que debemos fluir con ella y no contra ella.
2020, nos quitaste creencias y patrones de pensamiento que en realidad no funcionan. Nos ayudaste a cuestionar lo que nos rodea, y nos confrontaste con el hecho de que al final del día, solo nos tenemos a nosotros mismos. Nos ayudaste a salir de nuestra zona de confort, reinventándonos y descubriendo nuevas pasiones y talentos.
2020, íbamos muy rápido y necesitábamos esta pausa para reestructurar nuestra vida.
2020, ¡qué difícil fuiste! Lleno de adversidades pero gracias a ellas pudimos descubrir una fortaleza, capacidad de adaptación, flexibilidad, y resiliencia que de otra manera no lo hubiésemos hecho, al menos no así.
Gracias 2020, por lo sueños que nacieron a raíz de la adversidad, por las personas que nos han acompañado en esta travesía, y por las que nos abandonaron, recordándonos con quienes contamos en realidad.
Gracias por las nuevas vidas que trajiste para iluminar y llenar de esperanza tantos hogares.
Gracias por reforzar en nosotros la disciplina, la paciencia, y la fe, y más que nada, gracias 2020, por enseñarnos a volver a nosotros mismos, y descubrir que todo lo que necesitamos ya lo tenemos.
Somos mejores, somos suficientes, por todo lo que hemos vivido.
Nuestro bagaje esta lleno de todo lo que nos dejaste, de recursos y herramientas importantes, así que dile a tu amigo, 2021, que lo esperamos con ansias pues estamos más que listos.
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