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¿Qué es eso que llamamos ansiedad?

  • “Cansancio físico y mental”

  • “Miedo"

  • “Intriga de que no estoy haciendo algo que debería”

  • “Un estado mental de intranquilidad con repercusiones físicas y psicológicas”

  • “No saber qué hacer en momentos de estrés”

  • “Incertidumbre”

  • “Miedo irracional a un futuro incierto”

  • “Sentimiento de descontrol”

 

Recientemente, la palabra ansiedad ha tomado más y más relevancia. Esto puede causar dos cosas, que se normalice el estar ansioso o que se tergiverse. Lo último lleva no solo a malas interpretaciones o confusiones, sino a etiquetar como patológico un estado emocional que no necesariamente lo es.


Fue muy difícil encontrar un significado de ansiedad ya que puede ser un sentimiento, un síntoma, un síndrome, o una enfermedad...pero, según el diccionario Oxford, se puede definir como un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación, y una extrema inseguridad. Vamos a desglosar esta definición.


Un estado mental…la ansiedad es un estado mental; puede acompañarse de algunos síntomas físicos pero la raíz, por así decirlo, está en nuestra mente y puede traer consigo falta de atención, problemas de memoria, o pensamientos rumiativos.


Se caracteriza por una gran inquietud...esto hace referencia a que algunas características de la ansiedad son sentimientos de preocupación excesiva, incertidumbre, e intranquilidad.


...una intensa excitación…aquí aludimos a las reacciones fisiológicas como tensión muscular, dificultad para respirar, taquicardia, mareos, malestares estomacales, dolores de cabeza…Prácticamente, nuestro sistema nervioso se activa. Esto explica por qué cuando nos sentimos ansiosos, hay una incapacidad para relajarnos.


…y una extrema inseguridad. Esto tiene que ver con cómo pensamos y sentimos. Usualmente al sentirnos ansiosos, magnificamos las cosas y nos enfocamos en lo peor. Surgen pensamientos de que algo malo va a suceder o que estamos perdiendo el control.

Hay poca seguridad y confianza en nosotros mismos.


Pero bueno, ¿entonces qué es eso que llamamos ansiedad? Viene siendo una mezcla de los componentes descritos anteriormente. Sin embargo, no siempre es un trastorno o una enfermedad como tal. La ansiedad viene de una emoción básica, el miedo. A diferencia de lo que se piensa, el miedo no es malo, al contrario es muy bueno pues su función es protegernos. Las preocupaciones vienen siendo como pequeños miedos y son normales, pero podemos caer en el error de tildarlas como ansiedad, agravando lo que sentimos. Por ejemplo, si no tuviésemos miedo de contagiarnos por COVID-19, no tomaríamos las medidas de protección necesarias. Otro ejemplo más abstracto, si no tuviésemos miedo a fracasar, no tomaríamos un rol activo en nuestras vidas evitando que eso pase. ¿Vemos cómo entonces el miedo es bueno? Además, es normal y esperado que durante esta pandemia nos sintamos preocupados. Son tiempos inciertos en todo sentido porque no sabemos cuándo ni cómo todo terminará; nuestra rutina sigue cambiando y constantemente demanda que nos readaptemos.


Al saber que la preocupación es normal y hasta necesaria para resolver problemas, podemos ocuparnos y buscar las formas de afrontar eso que tanto nos preocupa. Sin embargo, una preocupación excesiva se puede convertir en ansiedad y es aquí donde puede causar problemas, pues al sentirnos ansiosos, nos preocupamos por estar preocupados. Por lo tanto, en vez de ocuparnos por lo que si podemos hacer, nos enfocamos en esa preocupación, causando que nos preocupemos más. Y así se inicia un ciclo vicioso sobre la preocupación. Un poco enredado, ¿no es cierto?


En lo personal, he sufrido de ataques de pánico y síntomas de ansiedad y sé las molestias o incomodidades que pueden causar. Uno literalmente piensa que se está volviendo loco y este malestar lleva a que nos esforcemos enérgicamente por no sentirnos así. Peleamos con estos síntomas y lo único que esto causa es que se incrementen. Toda esta lucha irracional causa un cansancio mental y físico y una sensación de descontrol. En realidad, nuestros esfuerzos urgentes por querer controlar lo que sentimos son inútiles y solo refuerzan el ciclo vicioso.


Entonces, ¿qué hacemos? Primero diferenciar si lo que estamos sintiendo es preocupación o ansiedad. Si podemos identificar específicamente la situación que nos hace sentir así, podemos enfocarnos en buscar las estrategias para hacerle frente. Entre mejor visualicemos cómo manejar esa situación, más podemos disminuir la sensación de incertidumbre. Ahora, si no hay causa concreta, si solo nos sentimos así porque si, ya sabemos que luchar incesantemente con ese sentimiento, aunque se sienta correcto, simplemente no funciona.

¿Qué nos toca? Abrazar esa ansiedad; aceptarla y no rechazarla. Reconocer que es una emoción que puede venir sin razón, pero que de esa misma forma se puede ir. Y claro, si pensamos que ya se sale de nuestras manos y está interfiriendo con nuestro funcionamiento, buscar ayuda.


Al inicio, podemos leer qué significa la ansiedad para algunos miembros de la comunidad de Una dosis de Sofi. Vemos como se relacionan directamente con lo que ya se ha comentado. Mil gracias por contribuir y espero esto les ayude a identificar mejor esta emoción para poderla comprender y manejar adecuadamente. Es muy importante que no etiquetemos como ansiedad a las preocupaciones diarias o esperadas pues esto solo nos lleva a patologizar algo que en realidad no es. Hay una gran diferencia entre “estoy ansioso” y “estoy preocupado” y todo se debe a una sola palabra.

 

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