¿Quién te lastimó? -Mis expectativas
La realidad es que nadie nos hace nada. Nos hemos dañado nosotros mismos a través de nuestras expectativas, ilusiones, y creencias rígidas e inflexibles.
Es ilógico pensar que recibimos lo que damos pues ahí estamos suponiendo que los demás piensan o tienen que pensar igual que nosotros y eso es simplemente imposible.
Los seres humanos somos tan diferentes y complejos. Pensémoslo…si tenemos gustos o intereses diferentes también creemos, esperamos, y valoramos diferentes cosas. Entonces, ¿no creen que sería mejor despojarnos de estas expectativas? Modificar las creencias y valorar a la gente por lo que realmente es y lo que nos puede dar.
No podemos pedirle cariño a quien no ha aprendido a ser cariñoso, no podemos pedirle atención a quien ha aprendido a desapegarse, no podemos pedirle honestidad a alguien que se ha acostumbrado a mentir. Y no pasa nada. Recordemos que nosotros también entramos en esa dinámica, con diferentes patrones pero entramos…y más que ser criticados o rechazados por lo que somos o no somos, nos gustaría que no nos pidieran más de lo que podemos dar.
Al ver a los demás como lo que son y no como lo que pensamos que deberían ser, podremos conectar con ellos de forma más auténtica, formando relaciones interpersonales libres y conscientes. Recordemos que nadie va a cambiar porque nosotros lo demandemos y que la única persona bajo nuestro control es la que vemos frente al espejo todos los días.
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