Sabemos que la vida se compone de días buenos y días no tan buenos. Días en que todo es más sencillo, donde todo parece fluir, y otros en que nos sentimos estancados, donde los ánimos son tan bajos que el esfuerzo por levantarse de la cama es sobrehumano.
A pesar de que sabemos que un día malo no significa una vida mala, durante esos días difíciles, resulta complicado recordarlo. El día se siente tan pesado que da la impresión que durará para siempre. Incluso podemos llegar a condicionar nuestra semana si es que ese día resultó ser un lunes.
Hoy quiero compartir con ustedes algunas afirmaciones que nos pueden ayudar a afrontar esos días oscuros:
Yo soy suficiente
He tenido días buenos, muy buenos
Un día a la vez
Lo que hago es importante
Yo soy capaz
Me enfoco en el proceso más que en el resultado
Soy más de lo que hago o dejo de hacer
No estoy sola (o)
Si algo no está funcionando puedo cambiarlo
Hago las cosas por/para mi antes que por/para otros
Esta bien no estar bien
Good enough es a veces más que suficiente
Estas están pensadas para que las incorporemos al diálogo que tenemos con nosotros mismos. Y si todavía no hablan solos, you better start! Siempre y cuando no escuches una voz (diferente a la tuya) que te conteste, estamos bien jaja
y sobre todo repitamos, las veces que necesitemos:
Esto también pasará...
This too shall pass...
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