¡Hola de nuevo!
Hoy se cumple un mes desde el último blog post. Mucha gente dice que ya casi nadie lee y en algún punto pensé en cerrar el blog, pero solo cruzó esa idea por mi cabeza y con la misma se fue porque si bien es cierto, me gusta que me lean, realmente no lo hago por eso. Alto, no se lo tomen personal pero es que primero lo hago por mí.
Lo hago porque a través de la escritura entro a esa zona de paz, de creatividad, de expresión, de apoyo, de contención. Es zona que también alcanzo cuando bailo, cuando pinto, cuando enseño, en fin, cuando estoy creando. Y si lo que creo ayuda o inspira a otros, ¡qué cosa mejor!
Anyway, aquí estoy de regreso. Sin presiones, sin prisas, sin expectativas. Just figuring it out.
Les quiero contar que hoy durante mi práctica de yoga, mi maestra dijo: “If it isn’t playful or fun, what’s the point?” “Si no es alegre o divertido, ¿cuál es el punto?”
Ella refiriéndose a lograr una postura de yoga difícil. Pero en mi corazón resonó más allá. Me hizo pensar en la cotidianidad de la vida, en la rutina. Quizás porque esta semana se ha tratado sobre eso: de regresar, de volver, de reestructurar.
Constantemente nos quejamos de la vida de adulto, de ser responsables de nosotros mismos, de tomar decisiones importantes, de limpiar la casa, de tener que cocinar, de pagar cuentas, de hacer mandados, entre otras cosas de adultos.
¿Qué pasaría si le insertáramos una dosis de diversión al asunto? Ahorita se me ocurría pensar que estamos en un tipo de juego y que cada día es una misión diferente.
¿No lo disfrutaríamos más? ¿No valdría la pena? ¿Será que por eso a veces extrañanamos ser niños? No solo por el hecho de que todas esas responsabilidades le tocaban a alguien más sino por la diversión que teníamos, esa diversión que se va a apagando con el paso de los años gracias al condicionamiento que nos dejamos imponer por otros.
Así que ese es mi mensaje de hoy.
Divirtámonos. Riámonos más, especialmente de nosotros mismos. Bailemos más, cantemos más, platiquemos más, expresémonos más…
Pero, “ay no que pena. ¿qué va a decir la gente?”
Que importa. Déjenla que hable. Hagamos o no hagamos, la gente siempre va a hablar así que might as well.
Controlemos menos y vivamos más. Dejemos de tomarnos la vida tan en serio porque después de todo, si no es divertida, ¿cuál es el punto?
No vinimos a este mundo a ser miserables, vinimos a vivir en plenitud, en paz, en abundancia.
P.S. Terminando este escrito me doy cuenta cuanto extrañaba escribir. I’m glad to be back.
:)
Si te gustó, ¡compártelo!
Eso❤️❤️❤️ Glad to have you back