Despiertas y lo primero que haces es agarrar y revisar el celular. Hay una cantidad de mensajes y notificaciones, de todo tipo...ni te has levantado de la cama y ya te sientes abrumado, ya tus actividades y metas diarias se convierten en una carga. Empiezas a contestar los mensajes, dejándote a ti por lado. Sigues contestando, te da por entrar a Facebook, Instagram, o Twitter, o a las tres, al mismo tiempo que te alistas, que desayunas o que haces tu rutina de las mañanas....y así se pasa el día, con la atención dispersa, estando pero no estando del todo presente en cada una de las cosas que haces. ¡Alto! ¡Retrocedamos!
Despiertas y lo primero que haces es respirar conscientemente, activando tus sentidos. Estiras tu cuerpo antes de levantarte, abres la ventana y ves lo que te rodea. Te levantas y empiezas tu rutina de la mañana. Escribes, meditas, haces yoga, rezas, desayunas, y te alistas. Finalmente, hasta este momento, agarras el celular y empiezas a revisar y atender todas las notificaciones y mensajes.
Wow. Que diferentes esos dos escenarios, ¿verdad? Parece mentira que el momento clave es en el que se revisó el celular. Algo tan práctico pero a la vez tan simbólico. En estos tiempos sentimos una demanda constante por siempre estar conectados llevándonos a desempeñar nuestras rutinas y actividades de forma automática, siendo poco conscientes de lo que estamos realizados, y por ende no realizándolas de la mejor forma.
Quisiera decir que mi mañana se ve como el segundo escenario pero aún no lo logro, pues siempre hay algo que me hace ver el celular antes de lo que quisiera (quizás sea la mala costumbre) sin embargo, he descubierto que estos cinco pasos me ayudan a empezar mi día bajo un ánimo diferente.
1. Estirar
No tiene que ser yoga o algo así. Acostado, simplemente levanta tus brazos (como que te están halando) y estira tus piernas. Algo tan sencillo que marca la diferencia, aliviando toda la rigidez o tensión acumulada por haber estado inmóviles durante 6, 8 o 10 horas (dependiendo lo que durmamos).
2. Tomar agua
Siempre me gusta tomar agua antes de levantarme. ¿Han escuchado ese sonidito de las raíces absorbiendo el agua cuando riegan una planta? Bueno, así me siento, hay veces que hasta siento que mis ojos se abren más. Tomar agua antes de iniciar nuestro día es clave pues llevamos varias horas sin hidratarnos y el cuerpo lo necesita para activar el metabolismo y cumplir funciones básicas.
3. Abrir la ventana
No sólo para que entre aire fresco, sino para conectar con lo que te rodea. Hala las cortinas y deja que entre luz. El ver y sentir la luz nos ayuda a conectar mejor con el día que tenemos por delante, así como escuchar los ruidos externos. Nos hace sentir presentes.
4. Escribir
Lo que sea, donde sea. Si es en el celular, recomiendo que lo pongas en "no molestar". Llevo casi tres semanas escribiendo todos los días y me ha ayudado a estar más presente. No tiene que ser algo complicado, a veces escribo sobre como dormí o sobre como me siento, o algo que estoy pensando, o sobre las cosas que tengo que hacer. Todo depende de que necesites esa mañana, tu eliges el objetivo.
5. Arreglar la cama
Este es un tip robado de Fátima. El hecho de arreglar la cama es un pequeño logro de los muchos que podemos alcanzar durante el día. Al arreglar la cama nos estamos disponiendo a empezar el día con una actitud nueva. Viene siendo algo simbólico pues le brinda orden y estructura a nuestro día. Aparte, nos ayuda a movernos y a enfocarnos en lo que tenemos que hacer.
Les invito a incorporar estos tips a sus mañanas. No tienen que ser todos o en ese orden. Quizás ustedes ya tengan sus tips, si es así, ¡porfa compártanlos! Recuerden que cada uno encontrará lo que le funcione, pero si les invito a resistir la tentación de revisar su celular al solo despertarse y proponerse como meta revisarlo hasta que hayan cumplido su lista. Créanme, van a sentir la diferencia.
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