2024, el año para soltar

Han visto ese meme que dice "¿Cómo así que 2025 si aún sigo procesando el 2019?"

Es más, déjenme lo busco.

Antes de empezar a escribir, quise volver a leer los escritos que me había acostumbrado a realizar a finales de cada año.

El año pasado, 2023, no escribí. Y no porque no había que escribir, de hecho, creo que el 2023 fue el año más difícil que he tenido en este lapso de cinco años, pero por lo mismo no me sentía con ganas de escribir; todavía estaba procesando lo que había pasado.

Y hoy, hablando con unas amigas, nos preguntábamos cómo hemos sentido este año. Y la única palabra que se me vino a la mente fue soltar.

S o l t ar

Este año nos pasaron cosas que no tengo manera de explicarlas. Solo pasaron porque sí. Sin sentido.

Y por mucho tiempo quise buscarles una razón lógica; porque sentía esta necesidad de entender, de que le hiciera sentido a mi mente.

Ahora que lo pienso, por eso es que terminé el 2023 sin querer escribir porque estaba en ese meollo, buscando entender.

Que las cosas solo pasan porque sí.

Cuanto más acepto, más permito fluir con las circunstancias que no puedo controlar. Así como un rio, dejar que la corriente fluya, y con ello, que las piedras corran y la tierra se asiente.

Hay que aceptar para ganar claridad. Es más, es hasta que aceptas, que vas descubriendo ese sentido que tanto andas buscando.

Así que, ¡salud! (esta vez me toca con sparkling juice)

Si me hubieran dicho hace un año que iba a terminar el 2024 embarazada no lo hubiera creído.

Expectativas, trabajos, amistades, parejas, creencias, viejos hábitos, planes, sueños, you name it.

Gracias 2024 por enseñarme a fluir, por enseñarme a confiar, por recordarme que las cosas tienen una manera de resolverse.

Y qué buen mindset para iniciar el 2025.

Más que planear, estructurar, que no se nos olvide vivir. Dejarnos ser. Soltar todo eso que no depende de nosotros. Y abrazar lo que sí.

¡Salud!

Si te gustó, ¡compártelo!