A medida vamos creciendo tenemos esta tendencia a dejar de soñar.
Quiérase o no la vida de adulto con las cuentas, responsabilidades, y compromisos nos van alejando de nuestros sueños y de nuestra capacidad para cumplirlos.
Simplemente vamos perdiendo la esperanza y nos conformamos con lo que “nos toca.”
Cuántas veces hemos escuchado esa frase en nuestras conversaciones “toca”.
Toca ir a trabajar. Toca pagar tal cosa. Toca quedarme en esta relación.
Se nos olvida que todo lo que nos ha tocado en x o y manera fueron decisiones que en su momento tomamos.
Estos últimos tres años me han enseñado tanto. Puedo afirmar con absoluta certeza que no soy para nada la Sofi del 2019.
El 2021 fue el año de los sueños rotos y este 2022, es el año de los sueños cumplidos.
Y me atrevo a decir que tú también cumpliste sueños este año.
Los sueños, a diferencia de lo que se cree no están reservados solo para los niños ni tienen fecha de expiración; simplemente se ponen en pausa.
Y ahí depende de nosotros si queremos dejar ir esos sueños o si queremos transformarlos porque hey, nosotros también nos vamos transformando.
Así que salud por los sueños cumplidos.
Ya sea que te mudaste, te casaste, te graduaste, o terminaste una relación que no te hacia bien.
Ojo, estos sueños cumplidos no siempre se tienen que ver extravagantes.
Un sueño cumplido puede perfectamente haber sido trabajar más en ti y tu salud mental.
O cambiar a un trabajo que te permite desarrollarte en otras áreas. O incluso, haber iniciado en un proyecto personal.
En realidad, cualquier cambio puede ser un sueño cumplido si lo reestructuramos y vemos todo lo que puede aportar a nuestras vidas.
Con cada cambio la incomodidad es parte de y más que querer evitarla o pelearla, nos serviría muchísimo buscar tolerarla para usarla a nuestro favor.
Te abrazo con este escrito por todo lo que SI lograste este año.
Te invito a que hagas un escaneo mes por mes para descubrir que has logrado mucho más de lo que te das crédito. Y que muchas de las metas de inicio de año se fueron transformando y eso está bien. Eso es vivir.
Salud por todos los sueños cumplidos, pero sobre todo por nuestra capacidad ilimitada de soñar y hacer esos sueños realidad en la medida que podemos.
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